A última noticia sobre a trama destapada en Mugardos dá conta de que tanto o alcalde , Xosé Fernández Barcia, como unha arquitecta, Elia Estraviz Prado, serán chamados a declarar como imputados polo xuíz encargado do caso. Como se sabe, o método practicado por esta trama consistiría en denegar licenzas que non foran avaladas por un determinado estudo de arquitectura. Unha estratexia común a case todos os casos de corrupción urbanística que se descubren a cotío neste país. Unha forma de obter ingresos extra sen ter que declaralos á facenda pública. e é que nin siquera os arquitectos se libran dos efectos das crise económica que atravesa este país. Crise que levou ao goberno de Zapatero a implantar unha paga de 300 euros mensuais por cada fillo menor de tres anos. Unha destas agraciadas foi precisamente a arquitecta agora imputada Elia Estraviz. En declaracións á Voz de Galicia láiase esta profesional do ladrillo do escasa que resulta esta subvención para incentivar a natalidade: «Cuando te planteas tener un hijo esto no te anima nada», comenta Elia Estraviz Prado, una de las beneficiarias de la subvención durante el pasado año. Tiene 34 años, un hijo de dos años y medio y un bebé de un mes. Elia es arquitecta y trabaja fuera del hogar, por lo que también recibe la ayuda mensual de 100 euros que concede el Estado a las madres trabajadoras para contribuir a los gastos que genera el cuidado de sus hijos. Como la mayoría de las mujeres que se encuentran en sus circunstancias, considera insuficientes los incentivos que conceden las administraciones para el fomento de la natalidad. «Es como si te dan 30 euros al mes, que casi no te llega ni para pañales ni para la leche», comenta Elia, aunque al mismo tiempo subraya que las administraciones no deberían centran únicamente sus esfuerzos en aportar dinero a los padres con niños pequeños. Y pone como ejemplo una amiga suya que vive en Segovia y que, en virtud de otro tipo de ayudas, puede disfrutar de un año de baja por maternidad, mientras que aquí el período estipulado es, como en otros muchos lugares del país, de 16 semanas.
